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Mostrando las entradas de 2020

tueni tueni

Nada de lo que se escriba/diga o declame representará de forma fidedigna lo que cada una de las almas sintió este año. Así que acá mi lista de este tueni tueni: - Me acostumbré -contra todo pronóstico- rápidamente al encierro. Tanto, que ahora salgo por un tiempo acotado, no quiero andar hasta tarde en la calle y claro, por ahí me dió eso de la cabaña o del granero. - Siento un agujerito en el corazón de solo pensar el día en que tengamos que volver a las oficinas. Este 24/7 me ha tenido de lo más contenta. - Se aprendió a cocinar (legumbres, charquicán, panes x acá),organizar rutinas,buscar espacios propios, vibrar con los silencios y con las charlas regadas de vinito. - Hubo un momento en que se instaló la incertidumbre en mi mesa y pedía y pedía comida. Me negaba, la miraba con recelo hasta que un día la encaré y me senté con ella a tomar té. - Y entre termos y termos de té,se abrieron muchas puertas desconocidas y laboralmente no creo haber tenido tanta pega, como este año. - Gra

quedaban

Pistas, algunas señales, Ya no.

Ese bar ya no existe

Pero existió durante mucho tiempo, Una casona rehabilitada en pleno centro de la ciudad, Ella no fue una, sino incontables veces: Reuniones después de la pega, cumpleaños, salidas improvisadas, encuentros cómplices, fiestas clandestinas, hasta en un matrimonio anduvo bailando. Se llegaba caminando desde cualquier punto céntrico, Un año ahí le dieron la mejor noticia, Otra vez, (otro año) ahí mismo, le rompieron sonoramente el corazón. No era grande ni elegante, La casona, No era joven ni era vieja, Ella Una noche de diciembre con sus buenas amigas, hacían resumen de fin de año, Todo desorden, todo desplante, todo risa. Mucho vino, muchas miradas desde un rincón, que (mucho vino) las devolvía porque afuera ya lo había visto fumando, y que importaba, Tampoco se sorprendió cuando tomó una silla desde otra mesa y se sumó con todo su desplante franchute a la de ellas, y les trajo los mismos tragos que ya estaban tomando. Tampoco cuando se fueron retirando de a poco, y al

59 días

. Después de 8 años recién pude notar qué llegado el otoño a esta guarida no le llega ni un pinche rayo de sol. . Situación que no detectaba porque pasaba todo el día afuera cuando era de las asalariadas. . Lo cual me ha llevado de forma poco voluntaria a sacar ya el pijama (feo) de polar y usar calcetines gruesos tejidos. . Con la consiguiente envidia de hablar con mi gente y ver que el dios dorado aún inunda sus livings y habitaciones y siguen usando polera. . Entonces cuando he salido en bicicleta me desquito e insolentemente no uso bloqueador y me quedo en las luces rojas de cara al cielo, llenándome de esos destellos. . Sí, he salido un par de veces en cleta. . De lo contrario me lanzaría por el segundo piso. . Con doble mascarilla y perfumada de clorogel quería ver la ciudad casi vacía, cruzar ahumada y huérfanos a mis anchas, tocar las hojas caídas del otoño. Casi leseras que posiblemente no recordábamos hacer. . Porque esto es resignificar. Cambiar los filtros de visual

32 días

Que he padecido 3 males diferentes: Angustia, pánico y diversas cepas del virus mutante. Creí que iba a morir a los 9 cuando se reventó mi apéndice y me llevaron "a tiempo, antes de lamentarlo" a la clínica, que doy por hecho que mi vieja estuvo pagando hasta que salí de 4to medio. O esa a vez a los 35 que me dio alergia una anestesia y vomité tanto hasta que vi mi cuerpo encima mío y la sensación de paz, de que si eso era morir...era lo mejor del mundo, incluso un poco después, a los 37 pero esa era de pura pena. Y ahora temo morir? Un poco, porque siempre quedan pendientes, porque me falta vida pa hacer todo lo que quiero, y porque ya.. no quiero nomás poh. Por lo mismo, 32 días de encierro, de desrutinizar, de organizar, de detener y observar. De que ya hice todos los pendientes, además de querer aprender un idioma nuevo (francés en duolingo) y leerme 5 libros y practicar yoga todas las mañanas. Como la vida -tan sabia- me viene preparando para este momento desde juni

Pandemonium

- De pronto se acaba el mundo y acá (a falta de no tener mas dramas) nos enfrentamos a un encierro voluntario. - Pruebas de fuego para la voluntad, el espíritu y la contención. - Mantener los demonios y la angustia a raya ordenando muebles, cajones lo más lento posible, revisando cada cosa. - He dejado la bodega para el final, porque ya revisé el disco duro y si la navegación emocional estuvo cuática solo con fotos, como será con objetos y registros físicos. - Desde noviembre la vida me llevó a prepararme para este momento. Me sacaron la silla y la reinvención fue casi inmediata, como ver el test de embarazo positivo y ponerse en el rol sin muchos reparos. - Estaba disfrutando/descubriendo la independencia, el hacer las cosas a mi ritmo, con la libertad de armar el día a día, sacrificando todos los privilegios de las lucas fijas y nuevamente un revés que hace REarmar todo...una vez más. - Cómo no cuestionarlo? - Cómo no hurgar en cuál es la lección de todo esto? - Porque algo d