como las estrellas
Algunas veces tenía que bajar a sus oficinas a buscar o revisar algunas fotos. La recepcionista (Rosita, creo, sabrán perdonar esta memoria de pollo) era el ser más amoroso y humano que te podías encontrar en ese gélido y poblado imperio. Camino al casino, cruzando el puente del tren, te podías cruzar con algunas de las chicas de la Paula, "Las adelanto de temporada" les decíamos desde la más profunda envidia porque claro, secretamente atesoraba la idea de que, quien sabe, quizás, algún día podría pedir movilidad interna e irme para allá. Compartí un poco más con los chicos de la Qué Pasa: Éramos un grupo de diseñadores de las revistas de LT y con algunos tengo contacto hasta hoy. Hace tantos años...tantos. No hay que ser periodista ni muy entendido para saber que el cierre de estas revistas es el fin de una era. La Paula fue, es y será histórica y referente para muchos. Aún la leo en digital y aún mantengo que son secas las personas que la hacen. Entristece? Sí. Es el